Manu Chao y la camiseta de Maradona (final)

Para salir al escenario Manu Chao realizó un ritual con los músicos de Radio Bemba cómo hacen los equipos de futbol.

En círculo y cogidos por los hombros, comenzaron a saltar como si fueran guerreros Masai, mientras gritaban con cada impulso.

Salieron al escenario por orden, primero los acústicos, después la guitarra y el bajo, a continuación la acordeón y los instrumentos de viento.

Comenzaron a calentar el ambiente con la banda sonora de la canción del verano, el sonido de fondo de Radio Bemba «que horas son mi corazón…» / te lo dije muy clarito../.. permanece a la escucha..//..doce de la noche en la Habana, Cuba..//.. once de la noche en San Salvador, el Salvador..//..once de la noche en Managua ..//.. Me gustan los aviones, me gustas tu..//»

Manu en concierto

La letra la he añadido para recordar el tema, pero en el escenario solamente sonaba la banda sonora como si fuera un karaoque. la gente cantaba la letra y silbaba esperando, hasta que salió ManuChao.

Lo curioso es que este tema no forma parte del concierto, sonaba de fondo, al principio y al final, pero no lo tocaron esa noche.

Manu – Rueda de prenss

Manu Chao llevaba puesta la camiseta azul y blanca de la selección Argentina, con el número 10 que le había regalado Maradona.

El concierto arrancó fuerte revisando los temas de Mano Negra. Tocaron Clandestino, Infinita tristeza, la Chinita, Papito, la vacaloca, Trupped by love.

Radio Bemba ha sido una banda de músicos extraordinarios que entendían la música como un juego de creación. Tuve la oportunidad de escucharlos en Mallorca, en Burjassot y en Barcelona en esos días y en cada concierto, los temas eran los mismos, pero sonaban distinto.

Siempre aparecía un solo especial, un guiño que surgía del alboroto en el ambiente, de la comunicación visual entre ellos encima del escenario, vivían la música mientras la iban creando, sabían el guion y la partitura pero cada uno de ellos elegía el camino para llegar al mismo tema.

Manu Chao ejerce de líder de la banda sin que se note su dominio del grupo, se comporta como uno más, se mueve constantemente por el escenario, pero no invade el espacio de los otros.

Mira a los músicos como un colega, no los mira dirigiendo sino disfrutando juntos, no muestra en ningún momento su aprobación cuando uno de los músicos hace un solo, muestra su satisfacción por estar disfrutando con un grupo de amigos músicos, por estar creando una música que llega al fondo del cerebro directamente, por participar en una creación que te envuelve y te hace moverte sin poder evitarlo. 

No se parece en nada a las coreografías que practican los artistas pop, donde todos los movimientos están sincronizados entre ellos, o bien son una tabla de gimnasia o bien un ejercicio militarizado.

Radio Bemba ejerce la libertad absoluta de movimientos buscando la estética en el resultado, es anarquismo en vena dirigido a estimular sensaciones en tu mente que te llevan a sentirte dentro del tema que está sonando.

Una de las ideas que me vinieron esos días cuando veía el concierto, era que las letras funcionaban como  refuerzo de la música y no al revés.

Grafiti valenciano (Foto IPG)

Las canciones de Manu Chao tiene letras muy repetitivas, o al menos así me lo parece, por ejemplo “me gustas tu”, en la que se repite unas treinta veces. Esta función repetitiva de la letra, ejerce también la función de coro en la melodía, reforzando el tema.

El concierto tuvo una duración de dos horas y media. para terminar el público pidió varios bises, y Radio Bemba salió tres veces al escenario para satisfacer los aplausos.

En camerinos Manu Chao fue absorvido por los fans que le rodearon para hacerse fotos y pedirle dedicatorias. Este ritual al final del concierto debe ser de lo más pesado de la noche, no se acab nunca y hay que cortarlo a la media hora, pues la cola de personas esperando no deja de crecer.

Pude hablar con los músicos, menos solicitados. Me dejó encantado el buen humor de Roy Paci, qué tipo tan divertido y amable.

Esa noche ya no los volví a ver, mientras estaba en la plaza con el equipo de producción debieron salir y se marcharon al hotel o a alguna otra fiesta. No lo se.

Lo cierto es que nos encontramos la camiseta de Maradona en una silla de la carpa que utilizó Manu Chao.

La recogimos para lavarla, por razones evidentes. Pasaron los días, las semanas y olvidamos el asunto, hasta que el día 26 de septiembre, recibimos la llamada de Manu Chao preguntando si se había dejado aquí la camiseta que le había regalado Maradona.

Al día siguiente, 27 de septiembre de 2001 tenía concierto en la plaza de Calalunya, Barcelona. Así que, mejor imposible, fuimos a llevarle la camiseta al concierto, bien lavada y planchada me dijo Franjo.

Llegamos a mediodía a la plaza de Catalunya no pudimos verlo pues ya estaba todo cerrado en la zona de producción, estaban probando sonido y le entregamos a su Manager la camiseta.

El concierto en Barcelona reunió a unas 90.000 personas esa noche. Manu Chao llevó la camiseta de Maradona durante el concierto, como en toda la gira.

Enlace Radio Bemba. – Concierto Coachella.